He creado este blog pensando en ofrecer a los niños hospitalizados un espacio abierto a la comunicación. No en vano, LA PALABRA PUEDE CURAR.
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viernes, 13 de mayo de 2016

DÍA DEL NIÑO Y LA NIÑA HOSPITALIZADOS








UNA ENFERMERA O ENFERMERO


Así ven Irati, Iker, Erika  y Malen al personal de enfermería:



jueves, 12 de mayo de 2016

12 DE MAYO, DÍA DE LA ENFERMERÍA

¿QUIÉN ES UNA ENFERMERA?

Entrevista realizada a Lucía, una enfermera de la planta de pediatría del HUA, sede Txagorritxu.


Con el deseo de saber más cosas sobre el hospital y las personas que trabajan en él, Lorena, Ibai y Estefanía, han preparado una serie de preguntas para ampliar sus conocimientos acerca del mundo de la enfermería.

Agradecemos a Lucía su buena disposición a ser entrevistada.





He aquí la entrevista:

Lorena: Para que todos te conozcamos, tú ¿quién eres?

Lucía: Me llamo Lucía y soy enfermera. Trabajo en la primera planta del hospital de Txagorritxu, en pediatría, que es donde cuidamos a todos los niños que están malitos.

Lorena: ¿Te gusta tu trabajo?

Lucía: Me encanta mi trabajo. Yo quería ser enfermera desde que era bien pequeña, siempre iba a visitar a la gente a los hospitales o a ver a los niños que estaban en el nido y también a ver a los enfermos...siempre me ha gustado.

Lorena: ¿Te mareaste la primera vez que viste sangre?

Lucía: No, la primera vez que vi la sangre no, pero la primera vez que fui a un quirófano sí me mareé.

Lorena: ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Lucía: Lo que más, lo que más...pues hablar con la gente es lo que más me gusta. Me gusta hacer de todo, pero lo que más me gusta es hacerme amiga de la gente que está ingresada.

Lorena: ¿Y lo que menos?

Lucía: Cuando tienes que enfrentarte a situaciones de mucho sufrimiento.

Lorena: ¿Qué te gusta más: cuidar a los niños, a los ancianos o a los jóvenes?

Lucía: Me gusta cuidar a todo el mundo, lo que pasa es que los niños son muy majos y muy agradecidos, entonces, el ambiente es más agradable con niños, pero me gusta cuidar a todos.

Lorena: ¿Tuviste que estudiar mucho para ser enfermera?

Lucía: Pues un poco sí, bastante, bastante. Yo estudié en Bilbao, en la escuela de Lejona, tuve que estudiar tres años y es duro porque tienes que hacer dos cosas, estudiar y hacer prácticas. Tienes que pasar muchas horas en el hospital para aprender a hacer las cosas, porque el trabajo de enfermera no sólo se aprende en los libros, sino también haciendo cosas técnicas, como pinchar, administrar la medicación, tomar la tensión, es decir, cosas que se aprenden si se hacen, por eso hay que hacer muchas prácticas.

Lorena:Si tus hijos se ponen enfermos, ¿dónde los curas, aquí o en casa?.

Lucía: Los curo en mi casa, aunque sé que eso no está del todo bien, sólo los llevo al hospital o al médico cuando están muy malitos. Generalmente los cuido en casa, los cuido bien, ¿eh?.

Lorena: ¿Te gustaba de pequeña jugar a médicos?

Lucía: Sí, a médicos, a enfermeras a mamás y a papás.

Lorena: Si no fueras enfermera, ¿qué te gustaría ser?

Lucía: Pues pocas cosas.

Lorena: ¿Cómo qué?

Lucía: Pues es que no me veo más que de enfermera.

Lorena: ¿Por qué quisiste ser enfermera?

Lucía: Pues no lo sé, Lorena, no sabría decirte por qué. Desde siempre me ha gustado. Luego, a medida que voy trabajando, cada día me gusta más. Porque es muy gratificante, ¿sabes?, te sientes muy útil.

Lorena: En tu familia, ¿hay alguna otra enfermera o médico?

Lucía: No, nadie, ni quieren saber nada de eso. Se marean con la sangre, se ponen malos cuando entran a un hospital, ni mi marido ni mis hijos quieren saber nada de este asunto.

Lorena: ¿Te gustaría que tus hijos fueran enfermeros?

Lucía: Sí, bueno, que sean lo que ellos quieran, pero sí que me gustaría, aunque es un trabajo muy duro, porque trabajas muchas horas, trabajas los días de fiesta, trabajas por la noche, cuando todo el mundo está durmiendo...

Ibai: ¿Quiénes son mejores pacientes, los pequeños o los mayores?

Lucía: Pues la verdad es que los pequeños son mejores pacientes de lo que la gente se cree. Hombre, si son muy, muy pequeños, no son tan buenos pacientes. Los mejores pacientes son los escolares, los de vuestra edad.

Ibai: ¿Preferirías trabajar siempre en la misma planta? ¿Por qué?

Lucía: No, me gusta cambiar porque siempre ves cosas nuevas, aprendes cosas diferentes, si no, llega un momento en que te aburres un poco de lo que haces y como, además, en esta profesión tienes oportunidad de cambiar, pues lo tenemos más fácil.

Ibai: ¿Preferirías trabajar en otro lugar?

Lucía: No, el hospital es lo que más me gusta.

Ibai: ¿Es divertido ser enfermera?

Lucía: Bueno, a veces es divertido pero más que divertido es bonito cuando ves que la gente se cura y cuando ves que estás haciendo algo por alguien, entonces sí que es agradable.

Ibai: ¿Nos puedes contar alguna anécdota de tu trabajo?

Lucía: Bueno, la verdad es que ahora no se me ocurre nada, déjame pensar...mira sí, una anécdota interesante sería lo que estamos haciendo ahora, nunca pensé que podría ser entrevistada por alumnos de pediatría.

Estefanía: ¿Trabajas mucho?

Lucía: Trabajo lo menos posible (risas).

Estefanía: ¿Curas a los niños?

Lucía: Les cuido, les cuido.

Estefanía: ¿Pinchas a los niños?

Lucía: Sí, a veces tenemos que hacer cosas que no nos agradan pero que sabemos que son por su bien.

Lorena: A mí ya me pinchaste.

Lucía: Sí, pero si cuando os pinchamos estáis tranquilos y no os movéis, no duele tanto, pero a veces los niños os asustáis.
Bueno chicos, ahora pregunto yo:
¿Cuál es vuestra experiencia en el hospital? ¿Habéis estado contentos?

Lorena: Sí, demasiado. Ahora me gustaría que me ingresarais otra vez. Me habéis cuidado muy bien y habéis sido muy buenas conmigo, aunque algunas se “cachondeaban” conmigo. Mis médicos también han sido muy buenos.


Ibai y Estefanía están de acuerdo con Lorena.