Estaba yo en un barco grandísimo con mis amigos, amigas y familiares. Mientras yo estaba en cubierta viendo un mapa de navegación oí a mis amigos riéndose y a mis padres cantando. Yo estaba contentísimo en el barco cuando, de repente, oí la voz del capitán que decía:
-Barco enemigo a estribor.
Nosotros, sin saber qué hacer fuimos a donde estaban los cañones. Un marinero nos enseñó a disparar pero no tuvimos que hacerlo porque vio que no eran enemigos sino un barco de mercancías.
Después de este acontecimiento, nos quedamos todos muy tranquilos incluso saludamos a la tripulación del barco de mercancías pero cuando yo les estaba saludando con la mano levantada, sentí un dolor muy fuerte en el lado derecho de la tripa, casi me quedé como una estatua aguantando el dolor. Pasó un tiempo y a la hora de cenar ya no podía soportar aquel dolor. Seguro que me tendrían que llevar a un quirófano. Por suerte en aquel barco había un quirófano y médicos, también enfermeras. Cuando estaba en el quirófano, los médicos me dijeron que tenía apendicitis y que había que operar urgentemente...
Al cabo de un tiempo me desperté, a mí se me hizo largo. La habitación en la que desperté era diferente, no se parecía nada al camarote del barco, entonces vi a una enfermera y le dije:
-¿Dónde está el capitán del barco?
Ella me contestó en broma:
-Se ha caído por la borda.
Me quedé preocupado pero luego me dijo que yo estaba en el hospital Txagorritxu.
Entonces me di cuenta de que todo había sido un sueño. Seguro que había sido por la anestesia.
Espero que mi sueño os haya gustado. Agur.
1 comentario:
Yo quiero una de esas anestesias, parece que vives una buena aventura, aunque puede que conmigo no funcione pues creo que tiene mucho que ver tu preciosa imaginación, ya que aún despierto el dibujo que has hecho me demuestra que la tienes, combinando el hospital con esa enorme carabela; Imaginación que muchos dibujantes ya desarían tener para ellos.
Recupérate pronto y sigue dibujando
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